Muchas personas creen que es una técnica novedosa y actual. Lo cierto es que la historia de la hidroterapia de colon empieza con el comienzo de la humanidad, es decir, desde hace miles de años. La limpieza del intestino grueso se usaba para fines medicinales, entre ellos, prevenir o curar enfermedades. También esta práctica era empleada como medida de higiene o purificación interior (cuerpo y espíritu). Aunque no se sabe la fecha con exactitud, hay registros de la limpieza intestinal en escritos hindúes, chinos, sumerios, romanos y griegos. Otra evidencia hallada es en el Papiro de Ebers, un libro egipcio médico redactado cerca del año 1500 antes de Cristo. En el documento antiguo se explica sobre la utilización de enemas con agua y distintas infusiones.
Se dice que el origen de la hidroterapia de colon surge cuando el hombre observaba al Ave Ibis. El romano Plinio el viejo (filósofo, historiador y naturalista) en el año 77 D.C. relata la leyenda del Ave Ibis de la cual el hombre aprende a purgar su intestino:
«Al comer una gran cantidad de peces, el pájaro se sentía sobrecargado, entonces, con su pico aspira agua del mar y la introduce en su recto para finalmente evacuar y sentirse más aliviado»
Las escrituras encontradas afirman que fue el dios Osiris el que proporciona el uso de los enemas a los sacerdotes médicos egipcios, quienes estaban en la orilla del Río Nilo y vieron al pájaro realizar dicho procedimiento.
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Guardián del ano del faraón
La creencia de los antiguos egipcios era que los alimentos ingeridos cuando llegaban a los intestinos se empezaban a pudrir. Por lo que se generaba residuos y toxinas que entraban al torrente sanguíneo. Esto provocaba enfermedades o dolencias tales como fiebre y pus. Para contrarrestar los efectos de la auto-intoxicación, los egipcios consideraron a la limpieza de colon como una solución. Consistía en realizar enemas y en el uso de varios tipos de hierbas laxantes para mantener un tracto digestivo en buen funcionamiento y saludable.
La cultura médica estaba muy avanzada en el antiguo Egipto, y tenían médicos especializados para cada enfermedad. Los faraones tenían un terapeuta (similar a un proctólogo actual) con el nombre de «Guardián del ano del faraón». Su función era encargarse de las hemorroides y de vaciar el intestino del faraón cuando había comido de más para facilitar la digestión. Estos sacerdotes médicos realizaban enemas soplando agua por una cánula de oro que se colocaba en el recto del faraón.
No sólo las personas de alto grado jerárquico se hacían una limpieza intestinal. Sino que varios egipcios iban al río y se introducían cañas huecas en el ano para llevar el flujo del agua hacia la zona rectal. También se ayudaban e impulsaban agua con otros utensilios como vejigas de animales, calabazas vinateras y sacos de cueros.
Teoría de los cuatro humores
Los griegos tomaron la idea del lavaje colónico y la usaron junto a la teoría de los cuatro humores. Esta hipótesis decía que el cuerpo humano estaba formado por cuatro sustancias elementales, es decir, humores (líquidos): bilis, bilis negra, sangre y flema. Mantener el equilibrio de estas sustancias era esencial para preservar la salud. El exceso o la escasez de alguno de los cuatro humores podía producir enfermedades o trastornos que afectaba la salud, y personalidad de la persona. Entonces, para curarla había que buscar nuevamente un equilibrio de los líquidos.
Para tratar el exceso de sangre y bilis, por ejemplo, se realizaban sangrados o aplicaban calor. También la dieta o consumir ciertos tipos de comidas ayudaba a tratar los desequilibrios del cuerpo. Si una persona sufría una crisis de melancolía (relacionada a la bilis negra, seca y fría), para balancear necesitaba ingerir alimentos húmedos y calientes, por ejemplo, un guiso de ternera.
Origen de la teoría de los cuatro humores
¿Quién desarrolló la teoría de los cuatro humores? La idea arranca con Hipócrates (460-377 a.C.), quien fue el médico más importante de la antigüedad. Fue considerado por muchos como el «padre de la medicina». Luego esta hipótesis es seguida por Galeno (130-200/216 DC), otro médico de gran influencia en Occidente que tuvo esa época. Además, tanto Hipócrates como Galeno, recomendaban el empleo de enemas para limpiar el colon y aconsejaban que plantas añadir según la patología del paciente. Los romanos continuaron la tradición del lavado intestinal que se mantuvo hasta la actualidad.
La teoría humoral fue una creencia que dominó la medicina europea en la Edad Media, y termina con la llegada de la medicina moderna a mediados del siglo XIX.
Hidroterapia de colon en el siglo XX
El uso de los enemas para el lavado colónico se mantuvieron en la edad media y moderna. Pero a principios del siglo XX, se empieza a desarrollar la hidroterapia de colon. Esta terapia permitía una limpieza más completa y profunda que el enema. Fue en el año 1920 y 1930 cuando alcanzó su mayor popularidad. Las máquinas de irrigación de colon se podían ver con frecuencia tanto en hospitales como en consultorios médicos. Era un tratamiento que la gente se realizaba de forma habitual. También aparecieron numerosos artículos sobre la HC en reconocidas revistas científicas y médicas.

Por ejemplo, en una publicación de 1917 de la Revista de la Asociación Médica Americana (Journal of American Medical Association, en inglés). El doctor Jhon Harvey Kellogg informa que de 40.000 pacientes con enfermedades gastrointestinales, solamente 20 fueron tratadas con cirugía. El resto pudo ser curada con dieta saludable, ejercicio y lavaje intestinal.
La moderna hidroterapia intestinal aparece en Estados Unidos y tiene mucho éxito entre los año 20 y 30. Luego esta terapia se expande a Europa, en países como España, Inglaterra y Alemania. Y finalmente, llega al resto del mundo.
Las personalidades más influyentes para el avance de la irrigación de colon durante su historia y siglo XX fueron los doctores: J. Kellogg, J. Waddington, J. Wiltsie, L. Khune, Rosendorff, C. Kousmine, entre otros.
¿Cómo es actualmente?
A lo largo de la historia de la hidroterapia de colon, el tratamiento fue atravesando por tiempos populares y otros no tanto. En la actualidad, en estos últimos años, ha resurgido el interés por la medicina preventiva y las terapias naturales. Personajes famosos como Diana (que en paz descanse), princesa de Gales, fue una practicante de la colonterapia. Diana de Gales afirmaba que con este tratamiento tenía una buena salud, ya que le aportaba grandes beneficios a su organismo. Entre ellos aumento de los niveles de energía, bienestar general y un mejor aspecto físico (cabello, piel y una figura más delgada). También se refirió a esta técnica como la cura de muchos de sus males: dolores de cabeza, anorexia, fatiga, etc.
Hasta celebridades de Hollywood como Gwyneth Paltrow, Leonardo DiCaprio y Demi Moore, entre muchas otras. Fueron a centros especializados para desintoxicar el organismo.
Como se puede ver, la moda por el concepto «autointoxicación» está creciendo día a día. La gente está descubriendo las ventajas de tener un intestino grueso sano y fuerte. Y por eso, son cada vez más las que acuden a profesionales especializados en la hidrocolonterapia. En la época en que vivimos los equipos de riego están muy avanzados. Por lo que permiten una limpieza profunda, sencilla y sin dolor.
Para terminar, algunas frases:
Chai Yu-hua: “Purgar los intestinos elimina la fuente del veneno, y permite así que la sangre y la energía se regeneren naturalmente. Limpiando los intestinos reparamos el cuerpo”
Paracelso: “La muerte se esconde en el intestino. Los hombres somos producto de lo que comemos y pensamos”